El “pacto de país” ofrecido ayer por los presidentes de ERC y del Grup Demòcrata de Barcelona, Alfred Bosch y Xavier Trias, no ha sido bien recibido por la coalición del Govern de la Ciudad Condal. El PSC lamenta que algunos grupos municipales pretendan “torpedear” su acuerdo, mientras que BComú subraya que la propuesta responde a “intereses partidistas” es una “irresponsabilidad”.
Las diferencias entre socialistas y comuns en relación al camino a seguir dentro del proceso independentista son obvias. Hasta el momento han sido capaces de llevarse bien, pero la aplicación del 155 y el apoyo del PSOE a la misma podrían poner fin al pacto. Por el momento, a pesar de las presiones independentistas y de las críticas de BComú, el acuerdo de gobierno continúa vigente.
Jaume Collboni, segundo teniente alcalde de la Ciudad Condal y líder del PSC en la capital catalana, asegura en declaraciones a la prensa que el Govern funciona con normalidad y que su unión está hecha “sin pensar en la coyuntura nacional”.
El socialista, que lamenta que algunos grupos municipales quieran “torpedear” este trato, afirma que “parece que molesta que seamos un gobierno transversal y plural que no quiere alimentar el frentismo”. El político aprovecha para dejar claro que su formación política -tal y como le pedía el partido de Colau- no quiere ni la DUI, ni tampoco el 155.
Por su parte, BComú señala a través de un comunicado que la oferta de Trias y Bosch es una “irresponsabilidad” hacia Barcelona que “responde a intereses partidistas que se ponen por delante de los intereses de la ciudad”. Los comuns, que ratifican su postura de “ni DUI ni 155”, asegura que seguirán debatiendo en los próximos días sobre su activación para determinar cómo afecta a la capital catalana “en los distintos espacios de organización”.
La formación de Ada Colau, que emplaza al PSC a rechazar y desmarcarse claramente del apoyo al 155, valora como positiva la iniciativa emprendida por algunos alcaldes socialistas que han lamentado la aplicación de este artículo y exige el compromiso por parte de todos los agentes políticos implicados para evitar seguir adelante con este precepto constitucional que sería, según ellos, un ataque al autogobierno catalán.
Barcelona en Comú y PSC continúan juntos, pero no revueltos. El posicionamiento de los socialistas en torno al 155 será decisivo para el pacto de gobierno entre Colau y Collboni. ERC y PDeCAT están al acecho.