La Mesa del Senado se reunirá finalmente el próximo sábado por la mañana tras el Consejo de Ministros que aprobará la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Catalunya, para recibir precisamente estas medidas y ordenar su debate y aprobación en la Cámara. Esta tramitación se desarrollará ya la próxima semana, a partir del lunes, y podría terminar el viernes o prolongarse hasta el lunes día 30, han informado fuentes parlamentarias.
El presidente del Senado tiene que recibir la propuesta del Ejecutivo con las medidas concretas que plantea y con los requerimientos al presidente catalán, Carles Puigdemont, y una vez que tenga toda la documentación, será la Mesa la que decida cómo se tramita este asunto y en qué plazo. El órgano de gobierno del Senado está formado por cuatro representantes del PP, dos del PSOE y uno del PNV.
Fuentes parlamentarias apuntaban ya el martes que toda la tramitación sería pausada. Hoy han confirmado que no se va a correr y que se mantendrá la celebración del Pleno ordinario previsto para el martes por la tarde y el miércoles, aunque insisten en que todo dependerá de la urgencia que reclame el Gobierno cuando envíe su propuesta.
Precisamente el martes, Mariano Rajoy comparece en la Sesión de Control al Gobierno para responder a las preguntas del PSOE, de Unidos Podemos y del Grupo Mixto.
Lo que se hará en cualquier caso, porque lo ordena el Reglamento, es requerir de nuevo a Carles Puigdemont que presente las alegaciones que vea oportunas y que incluso nombre un representante que acuda al Senado a defender su posición.
La presencia de Puigdemont en el Senado sería novedosa. El presidente catalán no acudió a la reunión en el Senado de la Conferencia de Presidentes en enero, pero pidió después una sala para ofrecer una conferencia en la que defender la convocatoria de un referéndum de independencia.
El Senado rechazó la solicitud, pero a cambio le propuso organizar una sesión de la citada Comisión General para que se explicase y pudiera además debatir con el resto de presidentes autonómicos y con el Gobierno. Puigdemont dijo que no.