El aeropuerto de Barcelona registra su tercer día de colapso en los controles de seguridad. El aumento considerable de pasajeros en estos meses de verano y la falta de personal de la empresa Eulen, encargada de esta tarea, provocan grandes colas en el paso previo a la zona de embarque.
Según fuentes de AENA el pico de espera máximo de la mañana se experimentó entre las 5:30 y las 6:30 horas. Colas de 40 minutos que se han ido normalizando, pero que está previsto vuelvan a producirse en las franjas horarias de mayor afluencia de vuelos. Por la tarde se ha vuelto a reproducir la situación. Los tiempos de espera superan los 60 minutos. Más de 2.000 personas se encontraban en torno a las 16:00 horas esperando poder superar el control. Las filas de pasajeros llegan a las puertas de salida a la calle.
Los trabajadores de los filtros de seguridad niegan que estén realizando una huelga encubierta y AENA lo confirma. Estos empleados, que mantienen un conflicto con la empresa, presentan que la crisis responde a la falta de personal para realizar los registros en las condiciones exigidas.
Ayer el Comité de Empresa se reunía con representantes de la Generalitat y de Eulen pero el ente público, responsable último de la gestión de aeropuerto de Barcelona, no acudía a la cita. AENA no asistía y los sindicatos, indignados, decidían levantarse de la mesa de negociación advirtiendo de que no volverán a sentarse hasta que la compañía aeroportuaria participe en la mediación.
En el caso de que no lleguen a un acuerdo antes del 4 de agosto los trabajadores seguirán adelante con su huelga indefinida. El Comité de Empresa ha convocado paros parciales de una hora los viernes, domingos y lunes.
Si el conflicto continúa adelante la situación previsiblemente será peor a partir de la semana que viene. Si ahora el colapso responde a una mayor afluencia y menor presencia laboral, a partir del 4 de agosto el caos podría apoderarse del Prat como consecuencia de los paros en los filtros de seguridad que dan acceso a la zona de embarque.