Al circo de los Presupuestos Generales del Estado le crecen los enanos. Desde la presentación de las partidas públicas la actitud de los partidos políticos de la oposición y los gobiernos de las comunidades autónomas ha ido subiendo de revoluciones.
Ayer se quejaba Revilla, presidente de Cantabria, sobre el maltrato a su región y pedía urgentemente una reunión con Mariano Rajoy, que le había mentido “oralmente y por escrito”. El líder cántabro lanzaba un lamento al aire sobre el buen tratamiento presupuestario a regiones desleales. A sus reclamos se añadían las críticas de los presidentes de Extremadura y de Aragón. Todos ellos criticaron las grandes reducciones en inversión para sus comunidades. Valencia y Castilla-La Mancha saltan al ring presupuestario. “Maltrato”, “decepción” o “enfado” son los sentimientos que despiertan estos presupuestos en las comunidades autónomas.
Esta misma mañana Ximo Puig, presidente de la Comunidad Valenciana, anunciaba la solicitud de un encuentro urgente con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para que el ejecutivo cambie esa “actitud de prepotencia” que está amenazando con “fracturar el país”. Su comunidad siente una “profunda desafección” ante el Gobierno y no descarta “ningún tipo de acción democrática”.
Estos presupuestos son “la gota que colma el vaso” tras cinco años de “maltrato” por parte del Gobierno de Rajoy que supuso una inversión y ejecución “lamentables”. Asegura que la Generalitat Valenciana impulsará “todas las medidas posibles” para mejorar las cuentas y que se encuentra en la vía del diálogo para que la situación cambie. Ximo Puig pide la colaboración y “coherencia” de todos los diputados valencianos para que desde sus escaños “cumplan con lo que les exige el pueblo”.
El presidente de Castilla-La Mancha, García-Page, tampoco está contento. Pide “pelear” para conseguir que su comunidad y otras regiones “no sean castigadas en los PGE”. Lamenta que se haya reducido la inversión manchega un 26% y pone como ejemplo que este recorte “llega al nivel de lo que crece el presupuesto de armamento y de Defensa” que dirige María Dolores de Cospedal.
El dirigente de Castilla-La Mancha no critica las “promesas millonarias” que se han hecho a Catalunya pero asegura que el Gobierno se encuentra en una situación peligrosa porque “no es bueno ofrecer dinero para acallar sentimientos”. García-Page mantiene que las cuentas tienen que ir en la dirección de unir y no de separar aún más a los territorios: “Si algo tienen que tener los PGE es ansia de cohesión”.
En una entrevista hoy a Antena 3 Pablo Casado señalaba que estos Presupuestos serán solo para 6 meses por lo que no cree que haga falta llevar a cabo una “gran batalla” como pretenden algunos partidos políticos y algunas regiones. Recomienda a las comunidades autónomas que se fijen en las partidas "en su globalidad" y no por territorios.
Pablo Casado mantiene que Catalunya no es ninguna prioridad y que no hay trato de favor. Casado garantiza que con las partidas que no se premia “a los gobiernos autonómicos, se hace política para los ciudadanos”.
“A la gente lo que le importa ya no es la rotonda que está en su pueblo sino que haya buenas políticas para crear empleo”. El vicesecretario general de Comunicación del PP respondía así a las críticas generalizadas de las regiones contra las cuentas públicas.