Los Presupuestos Generales del Estado entregados ayer por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, al Congreso de los Diputados están causando un gran revuelo en todas las comunidades autónomas. Muchos dirigentes se levantan de sus asientos contra la reducción de inversión.
A Catalunya, Comunidad Valenciana, Islas Baleares y Andalucía se unen hoy las quejas de Cantabria, Aragón y Extremadura. Sus gobernantes se muestran indignados, engañados, decepcionados y maltratados.
Montoro sale al paso de las reclamaciones y pide a los dirigentes autonómicos que se “busquen otra razón” para el descontento, que está “seguro” de que “la van a encontrar” dice irónicamente.
El presidente de la Región de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, pide por carta una reunión urgente con Mariano Rajoy para “arreglar este desaguisado y este agravio a los cántabros”. Reclama que lo reciba cuanto antes y exige la rectificación del Gobierno porque no va a permitir que se “castigue” a una región “leal” con el ejecutivo central mientras se “atiende mejor” a otras comunidades “desleales”.
Revilla está indignado, enfadado y decepcionado por el “maltrato” a su región y por el “flagrante incumplimiento” de las promesas establecidas personalmente por el presidente del Gobierno. El gobernante cántabro dirige unas duras palabras a Mariano Rajoy y asegura que “salvo que rectifique”, “no es un presidente de palabra” y “me ha mentido oralmente y por escrito”.
Fernández Vara, presidente de Extremadura, reconoce sentirse “engañado” con las inversiones presentadas en los PGE para su comunidad. El político extremeño asegura que con la reducción presupuestaria para su comunidad, el Gobierno les viene a decir que intenten “salir solos” de la situación de “enorme dificultad”.
Denuncia la existencia de unas partidas presupuestarias con “inversiones territorializadas” que tienen como significado el mantenimiento de la “competición” entre regiones, “unas con instrumentos del siglo XXI y otras con instrumentos del siglo XX”.
Javier Lambán no tiene “otro remedio que seguir siendo incrédulo”. El presidente de Aragón entregaba al ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, una réplica de la Fuente de los Incrédulos como garantía de las promesas de inversión. Lambán recuerda que De la Serna le dijo que se lo “devolvería rápidamente” cuando se comprobara que “había cumplido con Aragón”. Ahora el dirigente aragonés se muestra decepcionado porque los Presupuestos “maltratan” especialmente a su comunidad y dice que no aceptará la devolución de la réplica.
El presidente de Aragón critica que “nunca es una buena noticia que se reduzca la inversión” y que se quedan fuera, “en el aire, diluidos y desvaídos” muchos proyectos esenciales para la comunidad autónoma. Afirma que dentro de los presupuestos hay dos fases, la consigna y la ejecución, y que el principal problema es que “se consigna poco y se ejecuta menos”.
Cristóbal Montoro responde a las críticas de las comunidades autónomas ante la falta de inversión en los PGE. El ministro de Hacienda afirma que no se pueden comparar las previsiones de inversión en 2016 con los actuales presupuestos porque en ese momento el Gobierno estaba en funciones. Rechaza la comparación, que considera “no realista”, y pide a los dirigentes autonómicos que se “busquen otra razón” para su descontento.
Afirma, con ironía, estar seguro de que “las van a encontrar” y solicita a las comunidades que reconozcan porque no “pueden ignorar” que estas cuentas les dotan de nuevos recursos para temas sociales.