El alcalde de Premià de Mar (Barcelona), Miguel Ángel Méndez, ha afirmado este lunes que se “veía venir” el acto violento contra jóvenes migrados en la localidad, pero niega que se trate de una actuación racista: “No es un ataque racista, es un ataque contra presuntos delincuentes”.
En declaraciones a Catalunya Ràdio y TV3, el primer edil del PDeCAT ha reconocido que se vive en el pueblo una situación “tensa”, ya que con la llegada de MENAS ha crecido la inseguridad. El independentista ha señalado que desde hace meses los vecinos vienen denunciando que se sienten “inseguros” y que están sufriendo múltiples delitos. Y con el desconfinamiento el nivel de delincuencia ha ido in crescendo. Ha indicado que se había denunciado numerosas veces el aumento de delitos en el pueblo, pero ha añadido que la respuesta de los Mossos ha sido que en los últimos años ha caído el índice de criminalidad en Premià.
En cuanto al ataque racista del domingo en la avenida Lluís Companys, ha manifestado que no le pareció un acto organizado, sino “2 o 3 personas que actuaron a título individual”. Asimismo ha señalado que el lanzamiento de piedras fue por las dos bandas y ha dicho desconocer que en el municipio haya patrullas ciudadanas. Por último ha llamado a “no apelar a la violencia con más violencia”, ha pedido calma a los vecinos y ha anunciado el incremento de presencia policial en las calles.