Polémica en el panorama político español por un vídeo off the record en el que la ministra de Igualdad, Irene Montero, reconoció el 9 de marzo, un día después de las manifestaciones del Día de la Mujer, que el descenso en la participación del 8-M se debió al coronavirus, pero añadió que no lo iba a decir públicamente. Sus palabras tienen lugar mientras se instruye una causa judicial contra el delegado del Gobierno en Madrid por permitir las marchas feministas al inicio de la crisis sanitaria.
“No lo voy a decir, porque no lo voy a decir. Pues porque, tía, quiero ser prudente, porque creo que la comunicación que se estaba haciendo como Gobierno, es buena comunicación, muy basada en los datos médicos”, dijo en una entrevista a ETB, que ha desvelado este lunes ABC.
El PP ha aprovechado la coyuntura para cargar contra la dirigente de Unidas Podemos y pedir su comparecencia en el Congreso y ante el juez. “Lo sabían y lo ocultaron, haciendo caso omiso a los informes que venían de instituciones internacionales. España no merece este Gobierno”, han indicado los populares en redes sociales.
Numerosos dirigentes populares han usado esta publicación para señalar que se trata de una prueba más en la causa judicial por el Covid-19, que se apoya en un informe de la Guardia Civil que sostiene que a partir del 5 de marzo “no se debería haber realizado ninguna manifestación de personas en la Comunidad de Madrid con motivo de la crisis sanitaria del Covid-19”.
La portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, se ha burlado de la forma de hablar de la ministra y ha espetado con ironía: “Superdrásticas, tía”. Por su parte, Ana Pastor, vicepresidenta segunda del Congreso, ha expresado que “la señora Montero tiene que comparecer en el Congreso para dar explicaciones a todos los españoles y la Fiscalía tendrá que llamarla para que sea testigo en las causas que se están abriendo”.
Del lado contrario, el Gobierno ha querido restar importancia a este asunto. En declaraciones a TVE el ministro de Transporte, José Luis Ábalos, ha resaltado que no se sabía la “dimensión del contagio”: “Nadie, ni la ministra Montero ni nadie tenía conocimiento exacto de la situación ni de cómo iba a producirse la propagación del virus”. Desde el partido morado, Pablo Echenique ha defendido que la ministra dice una “obviedad (que había alguna gente preocupada a principios de marzo) y que el Gobierno seguía, entonces y siempre, el consejo de los científicos”.