El presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Joan Canadell, se ha defendido de las críticas y ha ratificado sus polémicas palabras sobre España y la Covid-19. El independentista no se arrepiente de haber dicho que “España es paro y muerte”.
En una entrevista a La República, el empresario ha señalado que actuó “con toda la buena fe del mundo” y ha añadido que cuando haces las cosas de esta forma “y con convencimiento” no hay “motivos para arrepentirte”. Lo que sí ha hecho, en cambio, ha sido ratificar que lamenta que sus declaraciones hayan podido “herir la sensibilidad de alguien”: “No quería ofender a nadie ni poner en evidencia a la gente española, sino el modelo”.
Así ha manifestado que el modelo español es “decadente” y ha demostrado “una vez más” que no es capaz de actuar correctamente ante situaciones críticas como la del coronavirus. En esta línea ha explicado que su comentario era una crítica a la gestión de los gobernantes españoles que han puesto al frente “la unidad, la centralización y el ‘yo sé más que tú’”, en lugar de haber puesto sobre la mesa unas pautas generales y haber dejado que cada territorio decidiese qué debe hacer.
En referencia al confinamiento total, se ha reafirmado en que de haberse hecho 15 días antes, como había pedido Quim Torra el 13 de marzo, la situación sería diferente. El soberanista ha valorado que ese retraso generó “muchos muertos” que se podrían haber evitado.