El jugador galés Gareth Bale parece que no está por la labor de solucionar sus problemas en el Real Madrid. Da la sensación que realmente busca su salida al final de esta temporada. El comportamiento del delantero está siendo de lo más extraño desde hace ya varias semanas.
Ayer cuando fue sustituido recibió silbidos por parte de la afición madridista en el Santiago Bernabéu. No le perdonan el bajo nivel que muestra últimamente. Tampoco que no haya sido capaz de echarse al equipo a sus espaldas tras la marcha de Cristiano Ronaldo. Hay que pensar que el ex del Tottenham es actualmente el jugador que cobra más de la plantilla (13 millones) y por eso se le exige un plus.
Por eso que ayer se marchara del Bernabéu antes de que Undiano Mallenco decretara el final del Clásico es otro incomprensible desprecio más a la entidad blanca y a su hinchada. Del hecho fueron testigos varios socios del Real Madrid que según informó el programa El Transistor de Onda Cero vieron como el galés abandonaba el estadio antes de que acabara el partido.
No es la primera vez que sucede algo así. Ya en enero, cuando estuvo lesionado, abandonó su palco privado en la segunda parte cuando el Madrid perdía 0-1 contra la Real Sociedad antes de la finalización del encuentro.
Todos estos hechos son una muestra más del pasotismo del internacional por Gales hacia el equipo y sus compañeros. Será muy difícil que la directiva de Florentino Pérez no venda a un jugador que lo está pidiendo a gritos con sus actos.