El lazo amarillo que tan popular se ha hecho en Catalunya en los últimos meses tiene también protagonismo en el Supremo. El conocido símbolo independentista en defensa de la libertad de los políticos presos -“presos políticos” para los soberanistas- y contra la represión judicial española podrá ser utilizado por los encausados durante el juicio. Así lo ha decidido el tribunal que lleva la causa del Procés.
La Sala Segunda del Tribunal Supremo ha fijado criterio respecto al uso de esta simbología tras la petición del abogado de Vox. Pedro Fernández ha alegado que debería prohibirse al tratarse de un símbolo con una “carga política indudable” que afecta “al respeto y consideración con la Justicia”.
El presidente del tribunal, Manuel Marchena, ha interrumpido al letrado y ha defendido que, si bien este lazo puede ser “susceptible” de enfoques, la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) va en la dirección de permitir el uso de símbolos.
Así ha recordado dos sentencias contra Bosnia y Bélgica el pasado año por prohibir simbología religiosa en sendos juicios. El juez ha entendido que en la causa del Procés se repite este mismo supuesto por lo que ha optado por “no poner ningún obstáculo” a que los soberanistas lo lleven.
A pesar de que Marchena ha dado su visto bueno al lazo amarillo, solo Jordi Sànchez, expresidente de la ANC, ha llevado este símbolo en la solapa de su traje. El resto, a excepción de Dolors Bassa y Jordi Cuixart (que no llevan nada), han decidido ponerse la típica insignia de la Generalitat.