Ojito con el pronóstico del ya expresidente de la Diputación de Lleida, Joan Reñé. El del PDeCAT, que no ha ido al pleno de su renuncia pero sí al del nombramiento de Rosa Maria Perelló, ha tomado la palabra para lanzar una advertencia.
“Si en el entorno de una gestión compleja y amplia que supera mis ámbitos de responsabilidad y dirección más próximos ha habido o se ha hecho alguna praxis incorrecta, los estamentos judiciales lo dirán y probablemente allí nos encontraremos más de uno, probablemente también aquellos que, en otro tiempo, habían dirigido esta casa”, ha espetado el demócrata.
Durante su intervención en la sesión plenaria ha reiterado que ha dimitido a petición propia y para “garantizar la honorabilidad de la institución” y ha insistido en su “inocencia”. “Esto es una campaña claramente calculada de desprestigio a mi persona”, ha añadido.
Reñé fue detenido y puesto en libertad el pasado 2 de octubre en el marco de una operación por el supuesto cobro de comisiones ilegales de empresas por adjudicaciones y donaciones a la fundación vinculada a CDC, CatDem. El 11 de octubre se vio forzado a presentar su renuncia al no contar con el apoyo de miembros de su partido, algo que el interesado calificó de “deslealtad”.