El Gobierno belga no quiere líos. El primer ministro de Bélgica, Charles Michel, no se pronuncia sobre la polémica ruptura diplomática entre España y Flandes, y descarta que su país tenga un “conflicto diplomático” con el Estado español.
“No voy a hacer comentarios sobre la reacción de uno ni de la otro”, ha declarado a los medios a su llegada la cumbre europea. Michel, que tampoco ha querido responder a la pregunta de si es o no excesivo el comportamiento del Ejecutivo español, ha tratado de zanjar el asunto: “No hay un conflicto diplomático entre el Gobierno federal y España”.
A lo que sí se ha referido es al hecho de que Flandes tiene “cierta autonomía” para establecer sus propias relaciones con otros países y ha añadido que respeta su responsabilidad, al tiempo que también ha indicado que es asunto de España definir “de qué manera organiza sus relaciones diplomáticas con las entidades federales”.
Bélgica ha evitado meterse en el conflicto entre España y Flandes por el Procés hasta el punto de rechazar la solicitud del líder del Gobierno flamenco, Geert Bourgeois, que este miércoles había pedido al ministro de Exteriores, Didier Reynders, convocar a la embajadora de España en el país belga, Beatriz Larrotcha.