Los Mossos refuerzan la seguridad tras el intento de atentado de Cornellà
Rafel Comes, jefe de la Comisaría Superior de Coordinación Central de los Mossos. Fuente: Europa Press
Los Mossos d’Esquadra han reforzado este lunes la seguridad de sus comisarías y agentes tras el ataque esta madrugada por parte de un hombre de origen argelino y 30 años a la comisaría de Cornellà de Llobregat (Barcelona).
En rueda de prensa desde la comisaría atacada, el comisario Rafel Comes ha explicado que han recomendado a todo el cuerpo policial que se “extremen las medidas de autoprotección”, ya que este hecho se trata como un atentado terrorista.
Asimismo ha señalado que, con fines preventivos, ha informado desde primera hora a policías locales y el resto de autoridades policiales, a quienes también ha aconsejado incrementar la seguridad.
Se abalanzó sobre una mossa con un cuchillo
Por otra parte ha detallado que el atacante se abalanzó contra una agente de la policía catalana con un cuchillo de grandes dimensiones. Preguntado por la secuencia de los hechos, el jefe de la Comisaría Superior de Coordinación Central de los Mossos ha contado que a las 5.45 horas del lunes el asaltante se dispuso a entrar en la comisaría llamando al interfono y solicitando entrar.
Tras la insistencia del individuo, la policía de la entrada le abrió la puerta y el hombre, que ha sido abatido, accedió a las instalaciones “con una voluntad homicida de matar físicamente al agente con un cuchillo de dimensiones considerables”. En aquel momento, la agente estaba dentro de la zona de recepción, pero Comes no ha querido concretar si hubo contacto con el agresor.
Sí ha dicho que la mossa, al verse agredida, solicitó apoyo al sargento del turno. “Nuestro agente ha tenido que repeler la agresión con un arma de fuego”, ha subrayado el comisario, que ha constatado que la investigación aborda estos hechos como atentado terrorista.
"Es un atentado sí o sí contra un agente de la policía", ha destacado Comes, que ha dicho que los agentes que han presenciado los hechos solo pueden recordar gritos que repetían 'Alá'. "La voluntad era claramente predeterminada de matar a agentes de nuestro cuerpo", ha subrayado.
