La CUP ha apuntado a la líder de la oposición en el Parlament de Catalunya, Inés Arrimadas, como culpable de las agresiones a independentistas y ha anunciado la configuración de comandos “antifascistas” por los ayuntamientos de la comunidad autónoma.
La diputada cupaire Natàlia Sànchez ha acusado a la presidenta de Ciudadanos de ser la “responsable ideológica” de las agresiones que se han producido contra el soberanismo por los llamamientos de su partido a retirar lazos amarillos y demás simbología del Procés de las calles.
“Debería de rectificar y no instigar que haya estas guerrillas de extrema derecha campando por las calles”, ha reclamado en rueda de prensa desde Verges (Girona), donde ha pedido junto al alcalde anticapitalista del municipio, Ignasi Sabater, y el primer edil de Viladamat (Girona), Robert Sabater, que la Generalitat tome medidas para frenar esta violencia.
Arrimadas ha respondido en Twitter a las acusaciones de los anticapitalistas y ha considerado un "honor" que la CUP la haya acusado: "Los totalitarios siempre se han dedicado a señalar a los que defienden la libertad y la igualdad. Que la CUP me señale es un honor".
Sànchez se ha dirigido directamente al conseller de Interior, Miquel Buch, para exigirle que emprenda acciones “con la contundencia que se merecen” contra los grupos de extrema derecha. “No podemos permitirnos que el fascismo corra impunemente por las calles”, ha dicho la política, para acto seguido instar a los consistorios a actuar cuando el Govern de Torra no lo haga.
Por otra parte la CUP ha dado a conocer una declaración institucional que llevará a todos los ayuntamientos donde tienen representación en la cual piden a los gobiernos locales facilitar la creación de una especie de los CSA (‘Comités de Solidaridad Antifascista comprometidos con la resistencia civil activa’), para suplir lo que consideran la inacción de la Generalitat.