El expresidente del Banco Popular, Emilio Saracho, ha criticado que en las cuentas del ejercicio 2016 -cuando era presidente de la entidad Ángel Ron-, en las que se basó el folleto para la puesta en marcha de la segunda ampliación de capital, se cambiaron provisiones de una partida a otra para cubrir las exigencias que los inspectores habían requerido a la entidad, incurriendo así en "trampas" y demostrando que hubo una "voluntad de ocultación".
Así lo ha declarado el que fuera presidente de Popular durante 108 días, desde febrero de 2017 hasta su resolución y posterior venta al Santander por un euro en junio del mismo año, en su comparecencia ante la Comisión de investigación de la crisis financiera el rescate bancario y la quiebra de las cajas de ahorro del Congreso, y que dedica una fase específica a investigar la caída de la entidad.
Saracho ha proseguido explicando que en banca, al igual que en la vida, cuando una institución que es considerada "eminentemente honesta y sin corrupción" rompe una línea roja, quiere decir que lo ha podido hacer más veces. "Esta actuación que se llevó en el banco requería de una organización compleja e instrucciones ocultas para hacer algo que estaba expresamente prohibido", ha añadido.
El presidente durante 2017 hasta su resolución en junio de 2017 por la Junta Única de Resolución (JUR) ha asegurado que el banco "estaba condenado" y "no tenía ninguna posibilidad de sobrevivir". Y ha señalado que la resolución y venta al Santander por el simbólico precio de un euro "ha evitado un desastre bíblico", aunque ha reconocido que a un "coste altísimo" para accionistas y bonistas.
"Este banco estaba condenado. Yo no lo sabía, es posible que (Ángel) Ron tampoco. En el entorno regulatorio en el que estamos, con las debilidades del banco, y las circunstancias, puntuales unas y otras no tanto, este banco no tenía ninguna posibilidad de sobrevivir", ha manifestado. "En largos 10 años de agonía, perdió toda capacidad de sobrevivir por sus propios medios. Perdió ocasiones absolutamente de oro para alargar su período pero, simplemente, cometió demasiados errores. Y los errores son de los gestores. Míos en mis 108 días y de Ron en el resto", ha apostillado.