El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha reivindicado este lunes el “notable” apoyo que le han dado las bases de la formación (68%) en la consulta celebrada sobre su continuidad en el cargo, tras la polémica creada por la compra de su chalet. El morado ha negado que salga dañado por el 31% de los inscritos que han pedido su dimisión.
“No tengo nada de que arrepentirme”, ha reafirmado Iglesias en una entrevista a Radiocable, en la que ha evitado hacer autocrítica en relación al porcentaje de rechazo. En este sentido ha afirmado que el “dato objetivo” es que “no hay ningún dirigente político en España” que tenga el apoyo que tiene él de sus bases. Sin embargo ha admitido que le hubiera gustado obtener “un apoyo más amplio” y ha dicho que tomará “nota” de ese 31% que pide su destitución.
El político ha explicado que la lección que ha sacado de este episodio es que en Podemos tienen que ser “más prudentes y ser conscientes de que decisiones que son legítimas pueden servir al adversario” para hacerles daño: “He aprendido cosas en estos días, como que las reglas del juego de la política tienen una excepción que se llama Podemos. Con nosotros no se actúa igual que con el resto. Eso forma parte de las reglas de nuestro juego”.
Pablo Iglesias puso su cargo, al igual que Irene Montero, a disposición de la militancia en una consulta convocada tras las fuertes críticas externas y también internas que existían por parte de simpatizantes y sectores morados como los anticapitalistas, por comprarse un chalet en la sierra madrileña de más de 600.000 euros. En este punto se ha referido a aquellos que decían que la convocatoria de esta votación no tenía sentido para contestarles que "se equivocaron", porque ha sido la "más participada" de las que ha celebrado Podemos, y ha añadido que tanto él como su pareja han recibido "un porcentaje notable de poyo" que les "obliga a seguir con toda la ilusión".
“Creo que actuamos como nunca ha actuado otro dirigente político en nuestro país, no escondiéndonos, no atrincherándonos en nuestro cargo, sino dando la cara y poniendo las responsabilidades para las que fuimos elegidos a disposición de las bases, y creo que la respuesta ha sido contundente en dos direcciones”, ha apuntado, antes de subrayar la alta participación y el 68% de apoyos recibidos.
En esta misma línea ha reiterado que no se arrepiente ni de esta decisión ni de haber dicho en el pasado que le gustaría seguir viviendo en Vallecas porque consideraba peligrosos a los políticos que se aíslan en chalets. A este respecto ha argumentado que en el aquel momento decía la “pura verdad”, pero ha justificado que ahora su vida se ha vuelto “complicada” y no quiere que sus hijos se vean afectados por la exposición pública que sufre.