Lo que no ha conseguido el ‘plan Bescansa’ (borrador de alianza ofrecida a Errejón para desbancar a Iglesias de la dirección de la formación morada), podría lograrlo una hipoteca de 540.000 euros por la compra de un chalet en la sierra madrileña por parte de Pablo Iglesias e Irene Montero. El secretario general de Podemos y la portavoz en el Congreso del partido se someten a las bases para que decidan si deben o no continuar en el cargo.
En una rueda de prensa, ambos políticos han defendido la “coherencia” del ideario de Podemos con la adquisición de su vivienda particular, pero ante el debate público generado han apostado por trasladar la pregunta a la militancia: “¿Consideras que Pablo Iglesias e Irene Montero deben seguir al frente de la Secretaría General y de la Portavocía parlamentaria de Podemos?”.
“No pensé que el hecho de querer criar a los hijos que voy a tener en un contexto un poco más tranquilo pudiera suponer un debate que pusiera en cuestión nuestra credibilidad”, ha lamentado Iglesias, que ha añadido que cuando esto sucede “uno no puede esconderse y hay que dar la cara”. “Deben ser los inscritos los que decidan”, ha insistido.
En cuanto a la posibilidad de abandonar la política si la militancia les pide que se aparten de sus cargos de responsabilidad, Montero ha señalado que llevan desde la adolescencia ocupando “multitud de posiciones” y ha recalcado que como ciudadanos siempre estarán “implicados en las decisiones del país”. No obstante ha recordado que en cualquier caso el Código Ético de Podemos recoge una limitación de mandatos de un máximo de 8 años.
La morada ha asegurado que los detalles de su hipoteca se conocen porque así los han facilitado al entender que debían ser “transparentes”, pero ha lamentado que también haya trascendido a la opinión pública “la localización exacta de la casa”. “Nosotras entendemos que hemos perdido en estos días todo el derecho a la intimidad”, ha denunciado, y ha apostillado que no le desea “a nadie” pasar por una situación similar, aunque ha reconocido que era algo que se esperaban al meterse en política defendiendo sus ideas.
En este sentido Montero ha cargado contra la publicación de “decenas de fotografías” de los detalles de la vivienda, contra los debates entre diseñadores de interior sobre la decoración de los antiguos inquilinos, contra las opiniones de analistas económicos sobre sus posibilidades “presentes y futuras” para pagar la casa o contra los paparazzis que, según ha apuntado, les han perseguido hasta la puerta del hospital para vender fotos, entre ellas de las ecografías de sus mellizos, por “15.000, 20.000 y 30.000 euros”.
“Con nosotros se atraviesan todos los límites y eso es algo que sabe todo el mundo”, ha sentenciado Montero.
Según han explicado el secretario de Organización, Pablo Echenique, detallará el lunes los aspectos logísticos y la fecha de la votación. La compra de su casa podría salirles más cara. Los dirigentes morados se ponen en manos de su militancia. La suerte está echada.